Monday, June 15, 2009

Mortales Razones. Comentario por Sergio Rodríguez

MORTALES RAZONES. Marcelo Velmar (Ortiga Ediciones, 2008).
La poesía de Marcelo Velmar (Chillán, 1970) se ubica en los lugares propios, tanto en la geografía como el habitar cotidiano de los espacios. Es esta una “poesía situada” en el sentido que diera a sus pasos Enrique Lihn, ése lúcido maestro que renovara el acto antipoético. Sin embargo cruza en su intimidad la atmósfera teilleriana del pasado que se hereda en la costumbre. De estas raíces, propias de la generación del 50, hace su mixtura, por cierto con el agregado y experiencias personales.
Mortales razones es un libro que se lee hacia el final. Compuesto por cuatro secciones -A partir del silencio, Demasiado humano, Antes de morir y Mortales razones- esta última, a mi entender la más lograda de ellas. Es un continuo en términos de lenguaje, matizado por el movimiento del hablante por zonas del existir más que por motivos claramente especificados. En la primera de ellas podemos reconocer el tictac del tiempo anclado en el lar nada idealizado de la adolescencia y lo seres que guarda esa memoria. La segunda sección del libro se esquina más bien en la ciudad, pero su fondo es de Dios y trabajo, en un conflicto nunca resuelto, pero siempre doloroso.
Si hay algo que debamos resaltar, es la vocación del autor de establecer contacto con los suyos, así, la tercera sección articula la propuesta escritural desplazando por correspondencia la voz de quienes están presentes en su propia historia. Decididamente referencial es un poema unitario separado alfabéticamente desde la A a la H, cuyo tono elegiaco nos habla esta vez del viaje interior y la capacidad que tiene el lenguaje de articular la(s) historia(s). Vivir o morir a través del gesto lingüístico: “Recordaré con pasión/ El beso de una amiga que amé sin dolor// Le dejaré palabras/ Esparcidas en su porción de tierra” (E/).
La última sección, que además nombra al libro, también dialoga con los poemas que le anteceden, pero esta vez la información que poseen sus versos –mayoritariamente breves- logran tensionar el mensaje hasta el grado final como ocurre con el excelente Preferible el silencio. Cierta economía del lenguaje, el dominio de la reiteración, y la dosis de necesaria y consecuente interioridad.

Por cierto –aunque es sucedáneo a la obra- el comentario de la contratapa que confunde el necesario dominio del lenguaje con la retórica estaba demás, y en nada contribuye a estimular la lectura del libro o la opinión crítica, tan perdida en estos días. Mortales razones, entrega junto a la levedad de la vida, la propia noción de existir, en un conjunto donde la presencia de este trabajo desarrollado en Chillán, ocupa dignamente un espacio de la siempre centralizada geografía poética chilena.

Fuente info: http://santiagoinedito.blogspot.com

No comments: